Plaga de ratas de alcantarilla
Las ratas de alcantarilla viven en cualquier parte donde tienen acceso a agua, alimento y refugio. Sin embargo, han convertido las cloacas en su hábitat principal. Por eso mismo, una de las labores más importantes que desarrolla una empresa de desratización, es controlar y eliminar las plagas de ratas de alcantarilla, entre otras.
¿Cómo reconecer la rata gris?
Rattus Norvegicus, más conocida como rata gris representa un cuerpo grueso, pesado y un hocico achatado. La cola es más corta que la cabeza y el cuerpo juntos. El peso medio es de unos 450 gramos y el tamaño entre 32 y 46 centímetros. La rata parda no trepa y forma sus nidos a nivel del terreno: en los alcantarillados, basureros, debajo de los edificios.
¿De donde procede la rata de alcantarilla?
Se considera que la rata de alcantarilla es originaria de Asia Central, pero actualmente esta distribuida en todo el mundo. Su notable éxito de la adaptación se debe a varios factores:
- Es capaz de vivir en una amplia diversidad de hábitats
- La inmensa capacidad reproductora
- Sus hábitos de alimentación omnívoros.
¿Son peligrosas las ratas de alcantarilla?
Desde un punto de vista de salud pública, las ratas representan un factor de riesgo sobre todo por la trasmisión de enfermedades. Pueden trasmitirlas tanto directamente, como a través de parásitos de los que son portadores. Una plaga de ratas de alcantarilla puede causar enfermedades como la Peste bubónica, Peste septicémica (trasmitida por pulgas), Tifus murino o endémico, Enfermedad de Weil entre otras. También son transmisores de triquinosis y salmonelosis, que pasan al hombre a través de alimentos contaminados.
¿Qué daños puede provocar la plaga de ratas de alcantarilla?
Además de su importante papel en trasmisión de diferentes enfermedades, las plagas de ratas y ratones dan lugar a otros daños en el entorno humano. Este hecho se debe a que contaminan y destruyen royendo más alimentos de los que consumen.
Una infestación de plaga de ratas de alcantarilla puede ser causa de:
- Destrucción directa de alimentos, cosechas y productos almacenados.
- Alimentos contaminados y estropeados por excrementos, pelos y orina.
- Daños ocasionados a los productos envasados que conlleva perdidas por derrame.